Para quienes sufren insmonio, se les recomienda ver un partido de la selección mexicana dirigida por el Tata Martino.
El empate 0 - 0 frente a Costa Rica este domingo fue una muestra más del fracaso que envuelve al representativo tricolor.
Fue un juego soso, infumable, con sólo una o dos jugadas de emoción en los 90 minutos y entre éstas la mitad estuvo a cargo de los ticos. Nada más.
El empuje del "Tecatito" Corona, la ansiedad goleadora del "Chucky" Lozano y ORbelín Pineda, son acaso lo único rescatable, pero pesó más la inclusión de Funes Mori cuya permanencia en la selección sólo puede interpretarse como un argentinismo del Tata que confía más en su paisano que en delanteros mexicanos. El bajo rendimiento de Herrera, los titubeos de la defensa, la ineficiencia de la media, en fin. Un fracaso.
El Tri se mantiene en tercer lugar de la eminatoria mundialista en una zona mediocre donde la selección canadiense, nada impresionante, reina en estos días.
Sí, la publicidad televisiva dará mil versiones y todas, hasta las más críticas, sólo servirán para mantener la expectativa de los aficionados. Al fin y al cabo el negocio es lo importante, el rating da ganancias a todos, pero en lo deportivo no avanzamos nada, sólo retrocedemos.