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En medio de las controversias por la derrota de Saúl "Canelo" Álvarez hay un detalle que conviene destacar, sobre todo ahora que muchos sacian su animadversión contra el boxeador jalisciense.
Ese detalle es importante porque revela la entereza de un triunfador que no se refugió en pretextos vacíos para justificar su derrota.
Simplemente reconoció que Bivol, el vencedor, hizo unamejor pelea.
Quizás algunos esperaban que Canelo gritara enojado que le habían robado, o que pusiera un pretexto como alegar que tenía una mano facturada durante el entrenamiento.
Nada de eso, sólo aceptó que había sido superado por su contrincante y punto.
En esto se gana y se pierde, dijo el Canelo sin armar un escándalo por una derrota que pudo haberlo adjudicado a los jueces o a cualquier otro pretexto.
Con eso ganó algo que no tenía como triunfador: El reconocimiento a su honor deportivo.
