Impulsado por el instinto que exacerba la cultura machista, el directivo de la Federación Luis Rubiales sorprendió con un inesperado y no consentido beso a la futbolista española Jennifer Hermoso cuando ella y su equipo celebraban el triunfo en la Copa Mundial de Futbol Femenil.
La situación pasa de ser una anécdota aunque muchos hombres la tomen como tal y se rían o festejen el atrevimiento del federativo, pero no reaccionarían igual si la muchacha abusada fuera su hermana, hija o esposa.
El "beso robado" trasciende la anécdota porque no es una equivocación, no un roce accidental de las dos bocas, sino un acto forzado como se ve en la fuerza con la que Rubiales sujeta a la jugadora.
Veamos lo que ha dicho Jennifer al respecto:
"En referencia a lo ocurrido el día de hoy. Si bien es cierto que por mi parte no quiero interferir con los múltiples procesos legales en curso me siento obligada a denunciar que las palabras del Sr. Luis Rubiales explicando el desafortunado incidente son categóricamente falsas y parte de la cultura manipuladora que el mismo ha generado.
"Aclaro que en ningún momento se produjo la conversación a la que el Sr. Luis Rubiales hizo referencia y que, ni mucho menos, su beso fue consentido. De la misma manera quiero reiterar como ya hice en su momento que este hecho no había sido de mi agrado.
"La situación me provocó un shock por el contexto de celebración, y con el paso del tiempo y tras profundizar un poco más en esas primeras sensaciones, siento la necesidad de denunciar ese hecho ya que considero que ninguna persona, en ningún ámbito laboral, deportivo o social debe ser víctima de este tipo de comportamientos no consentidos. Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consenimiento por mi parte".
Más claro imposible.