No es que la seleccción mexicana de futbol haya sido una apalanadora en ediciones anteriores de la Copa América, pero era un equipo competitivo e incluso en su primera aparición resultó subcampeón.
Pero en esta edición que se empezó a jugar en Estados Unidos, el Tri sólo será un equipo de relleno, con rivales lo más a modo posible pues se trata nada más y nada menos que uno de los más rentables para este tipo de torneos.
Fuera de su valor comercial en un país donde juega como local, el Tri se presenta como un equipo de relleno del que no se espera nada importante y sin capacidad para competir no sólo contra los tres grandes -Argentina, Brasil y Uruguay- sino ni siquiera para superar a equipos como Chile o Ecuador, éste último trae un buen conjunto con una generación de jugadores muy importante.
Así que, fanáticos, no se hagan ilusiones, lo que coseche el Tri, empates o si acaso logra pasar de la primera ronda, será demasiado y ya no le exijan más. O esperen un milagro.