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De nueva cuenta Sergio Pérez volvió a fracasar en el Gran Premio de Fórmula 1 celebrado en la Cd. de México.
El hecho de contar con el apoyo de todo el público que asistió a la carrera no fue suficiente para que Checo lograra una buena posición; al final quedó en último lugar.
De mal en peor, dicen las crónicas del día. Ya casi todos coinciden en que éste año será el último del mexicano en la escudería de Red Bull, que por cierto también ha dejado de ser la dominante potencia de Fórmula 1 que fue hasta principios de este año.
Los factores que incidieron para el pésimo rendimiento en la Cd. de México son irrefutables, pero eso sucede cuando un piloto ya no las trae consigo y en cada carrera surgen "imponderables" que arruinan todos los planes.
Por el bien de Checo pero sobre todo por el de la afición deportiva mexicana es deseable que él se recupere y vuelva al podium como nos tuvo acostumbrados el año pasado y al principio de éste.
De lo contrario, estaremos sin duda presenciando la debacle definitiva, el adiós del mejor piloto de F1 que ha tenido México.
