Asesinan a 3 indocumentados cerca de Tucson

Al menos tres indocumentados mexicanos murieron y dos más resultaron heridos por hombres armados a 30 kilómetros de Tucson, Arizona.

Autoridades mexicanas desconocen aún el motivo de la agresión y la identidad de los atacantes, pero coincidieron en que la zona donde ocurrió la agresión es utilizada por bandas de asaltantes que despojan de sus pertenencias a los migrantes.

Cuatro hombres armados dispararon desde otro vehículo contra la camioneta en que viajaban los mexicanos y secuestró a varios de ellos.

Los cuerpos sin vida de dos de las víctimas fueron encontrados dentro de la camioneta kilómetros más adelante, al norte del lugar donde ocurrieron los hechos.

Se desconoce el paradero del resto de las personas raptadas, mientras los otros dos heridos fueron hospitalizados en estado grave.

La Cancillería mexicana solicitó a autoridades locales estadounidenses una investigación exhaustiva.


Buscar retener a niños y jóvenes emigrantes.
Diputados perredistas propusieron al Ejecutivo federal un programa emergente para evitar el éxodo de casi 300 mil jóvenes y niños al año a Estados Unidos.

El diputado Camerino Márquez Madrid, de esa fuerza política, dijo que de los 500 mil mexicanos que emigran cada año a ese país 330 mil son menores de 25 años, que truncan sus estudios o abandonan sus familias.

Precisó que en la última década el número de detenciones de niños y adolescentes en la frontera norte aumentó por el endurecimiento en la entrega de visas de Estados Unidos, por lo que hay un éxodo con una cifra negra de menores que busca reunirse con sus padres.

Esos infantes y adolescentes tratan de cruzar la frontera solos o con polleros (traficantes), lo que pone en riesgo sus vida e integridad, afirmó el legislador federal.

Por su parte, la también diputada Deisy Hernández señaló que el Instituto Mexicano de la Juventud no cuenta con ningún programa efectivo para detener esta migración, sobre todo de jóvenes indígenas y campesinos.

Ejemplificó como cientos de pueblos y comunidades son habitados sólo por ancianos y mujeres ya que México se ha convertido en la última década en una fábrica de mano de obra hacia Estados Unidos.