Exhiben anorexia y bulimia en Internet

En Internet, la anorexia y la bulimia tienen nombre. Se llaman Ana y Mía. Entrar a su mundo es posible sólo con un click.

Ana se presenta en una carta. Sus seguidoras le ofrecen la vida. A cambio, Ana les responde que será una gran amiga.

“Yo sentía que (la anorexia) era como una aliada mía. Sentía a veces que ni me podía controlar y a veces sentía que era como una amiga que me decía qué hacer, qué no comer”, expresó un paciente con anorexia en recuperación.

La bulimia, conocida como Mía, también da consejos. Señala los alimentos fáciles de eliminar y la manera de engañar a los demás.

Nancy Clara Torres, paciente con bulimia en recuperación, comentó: “me iba al patio trasero y vomitaba. Casi siempre lo hacía en las noches y trataba de que no escucharan mis papás, no se dieran cuenta porque sabía que me iban a reprender”.

Páginas, blogs y foros en la red que surgieron hace más de 10 años en Europa y Estados Unidos, hoy son miles en todos los idiomas.

La enfermedad que en la vida diaria se vive en secreto; en internet, bajo el anonimato, encuentra un foro que deja ver la necesidad de compañía.

Araceli Aizpuru, directora de la Fundación Ellen West, manifestó: “porque no están solas en la enfermedad, comparten sus ideas, se hace un asunto de competencia, como si necesitaras al otro para comprobar que pudiste bajar más de peso, que pudiste engañar a tus papás, que pudiste engañar al terapeuta con respecto al peso, al nutriólogo, al psiquiatra, etc.”.

Además de los consejos para lograr la supuesta perfección, Ana y Mía presionan y castigan.

“Te meten muchísimas ideas en la cabeza, te lavan el cerebro, te dicen que no importa qué tan flaca estés, que tienes que estar más flaca, te encierras en un círculo de personas muy enfermas”, declaró Paola, paciente con bulimia en recuperación.

Sin embargo, quienes enfrentan estos trastornos, dicen que "es reconfortante estar con personas que entienden su angustia".

“Ni mi mamá, ni mi papá, ni mis hermanos pueden entender o entendían lo que yo sentía cuando subía medio kilo o un kilo, entonces es algo que te reservas para ti”, señaló Ana Sandoval, paciente con anorexia en recuperación.

De acuerdo con los especialistas, cada palabra en estas páginas es muestra de inestabilidad.

“Deja ver un gran vacío, una búsqueda urgente, muy dolorosa y con mucho sufrimiento de una identidad y el quererse ubicar en un mundo en una situación de confusión inmensa”, indicó Armando Barriguete, consultor de la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria, INNSZ.

Niñas y adolescentes son las más vulnerables a padecer bulimia y anorexia y también son ellas, presas fáciles de estos sitios.

El principal problema es que el acceso a estas páginas es fácil.

“Es muy peligroso, por supuesto, el pertenecer a un club es pertenecer a un club mortífero”, apuntó Araceli Aizpuru.

La Asociación Nacional de Desórdenes Alimenticios en Estados Unidos y la ong "Protégeles" en España trabajan para bloquear estos sitios web a través de las denuncias de los usuarios. En México, evitarlos todavía es una tarea que se debe prevenir en casa.

“Como papás, sí habría que podernos acercar y no nada más sentarnos junto a nuestros hijos frente a la televisión sino también en internet, porque en el momento de la pubertad y la adolescencia exploran todo”, recomendó Armando Barriguete. Aunque es fácil entrar, dejar atrás la enfermedad es un proceso difícil. Nadie logra recuperarse con consejos on line.

“Es un gasto grande de volver a tocar situaciones emocionalmente dolorosas, tristes, no solamente relacionadas con la conducta alimentaria sino con la vida en general”, consideró José Pablo Navarrete, psicólogo del Grupo Amigos VS Trastornos Alimenticios.

Por eso quien hoy se recupera de la bulimia sabe que en internet no está la respuesta. “Se siente mucho mejor hablarlo con tus papás y tus amigos, que hablarlo con un extraño, enfermo que se mete a estas páginas”. Añadió Paola, paciente con bulimia en recuperación.