Divide aborto a los mexicanos

La discusión y eventual despenalización del aborto en la capital mexicana polariza hoy a todo el país, en una controversia legal entre defensores y detractores parapetados en la defensa de un derecho humano como principal argumento.

El impulso de la iniciativa ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (DF) pretende ampliar el alcance de la legislación, que en la actualidad sólo autoriza el aborto en casos de violación, peligro para la vida de la madre o por malformaciones congénitas.

Al interior del país ya trascendió el debate, que encuentra a diversas fracciones en puja por su probable aprobación, cual manzana de la discordia que fomenta la confrontación entre unos y otros.

Los impulsores de la iniciativa han manifestado estar preocupados y molestos por las amenazas y agresiones verbales de que han sido objeto, por parte de organizaciones de derecha y de la jerarquía de la Iglesia católica.

Con mensajes telefónicos y correos electrónicos, grupos extremistas les han advertido de que se irán al infierno e incluso iniciarán campañas de desprestigio en su contra de continuar apoyando la iniciativa.

El coordinador de la Coalición Socialdemócrata en la Asamblea Legislativa de la capital, Jorge Carlos Díaz, aseguró que detrás de las amenazas se encuentra el cardenal Norberto Rivera, a quien responsabilizó de cualquier daño contra los legisladores.

La actitud beligerante que están asumiendo no ayuda al debate, dijo Díaz, por el contrario, muestra su desesperación y frustración ante un hecho que parece inminente y por eso promueven el fanatismo religioso, es un llamado a la violencia, agregó.

A mediados de marzo el Episcopado Mexicano exhortó a los católicos a defender la vida con todos los medios a su alcance, porque despenalizar el aborto podría traducirse en una licencia para matar, advirtieron.

El jefe del gobierno del DF, Marcelo Ebrard, sostuvo al respecto que no habrá posibilidad de veto contra la iniciativa por razones jurídicas y que cualquier campaña de intimidación o amenazas carecerá de éxito.

La controversia subió de tono esta semana cuando el Partido Acción Nacional anunció en esta capital la presentación de dos iniciativas legales para contrarrestar la propuesta.

Hasta el presidente Felipe Calderón tomó partido en días pasados en relación con el tema, al declararse en defensa de la vida.

Calderón dijo tener un pleno respeto por la dignidad y la vida humana y manifestó que espera se legisle con responsabilidad.

Para Mirtha Rueda, de 34 años y vecina de la céntrica colonia (barrio) de San Rafael, el aborto más que penal es un problema social y de salud, pues no se trata de castigar a las mujeres sino de proponerles una salida, una opción.

Rueda, madre soltera y empleada doméstica, consideró que esa práctica, con o sin autorización legal, provoca gran cantidad de muertes por abortos mal practicados. Eso es lo que hay que evitar, reiteró.

En medio de la polémica generada por este proyecto en la capital, el Partido de la Revolución Democrática presentó en el Senado una iniciativa de reformas para despenalizar el aborto a nivel federal, cuando éste se produzca antes de las 12 semanas de gestación.

Su autor, el diputado Pablo Gómez, argumentó que se pretende garantizar el derecho a la salud de las mujeres que recurren a esa práctica, llevada a cabo aquí como algo cotidiano.

El legislador opinó que el hecho de que el aborto voluntario sea considerado formalmente un delito, ha encarecido los precios de su atención médica profesional y da lugar a un mercado informal de servicios en lugares inadecuados y con personal de escasa capacidad.

Al despenalizarlo, los costos bajarían e incluso podrían realizarse en hospitales públicos, dijo, tras señalar que cerca de dos mil mujeres mexicanas fallecen anualmente por abortos mal practicados.