Por la vía de la paz y la política

El 23 de septiembre de 1965 un grupo guerrillero asaltó la guarnición militar instalada en Madera, Chihuahua.
El hecho, donde murieron algunos de los atacantes, significó el inicio de la llamada “guerra sucia” del estado mexicano contra los grupos de izquierda que luchaban por un México socialista.

Muchos hombres y mujeres murieron, otros fueron a la cárcel o al exilio; la mayoría sobrevivió a la represión y a la tortura; pero muy pocos pudieron sobrevivir ante los peores enemigos: el tiempo, el olvido, el desencanto político y las exigencias de la vida cotidiana.

A esta clase de sobrevivientes pertenece el grupo de hombres y mujeres que recorren el país con su propuesta para transformar a México en un país más justo y democrático. Sus ideales siguen intactos, pero ya no piensan en la lucha armada sino en la acción política.

Ellos son Salvador Gaytán Aguirre, quien participó en los hechos de Madera, Chihuahua; José Luis Alonso Vargas, María de la Paz Quintanilla, Alejandrina Ávila, Juan Aguado Franco, Eduardo Esquivel, Alberto Domínguez y otros.

Pertenecieron a diferentes organizaciones clandestinas y hoy se han reagrupado para impulsar su proyecto político plasmado en la “Declaración de Arroyo Amplio”.

Su triunfo
A pesar de que los historiadores hablan del fracaso de los movimientos armados, ellos defienden un logro que les pertenece: Haber propiciado la reforma política que abrió espacios para la participación pacífica e institucional de la izquierda mexicana.

Pero no fue suficiente. Hoy, afirman, persisten rezagos nacionales como la miseria, los salarios de hambre, el desempleo, la inseguridad social y la insuficiencia educativa.

Hoy, agregan, es una etapa de construcción de la unidad política de la izquierda mediante el diálogo, el debate, la acción inteligente y concertada.

“Continuamos fieles a la causa original, no hemos cambiado el rumbo”, aseguran. Pero también reconocen, con palabras de María de la Paz Quintanilla:

“La historia nos enseñó que lograr cambios sólo es posible si el pueblo quiere”.

Y pronostica:

“Los movimientos populares tendrán que confluir en uno solo… Algo va a ocurrir”.