“Aquí sí todos somos iguales”
Jorge García E.
Domingo 06 de Mayo de 2007
Cd. de México.- Desde la madrugada y retando el intenso frío que hacía a esa hora, fueron llegando y quitándose la ropa, ávidos de pasar a la posteridad como los modelos mexicanos de Tunick.
Aún estaba oscuro cuando ya estaban posesionados de la plancha del Zócalo capitalino, siguiendo con mucha atención las indicaciones que les daba el altorparlante.
Tal como se había advertido, la entrada al Zócalo fue bloqueada para los chicos de la prensa y los miles de curiosos (voyeurs, les dicen) que querían observar el espectáculo gratis, es decir, sin desnudarse.
Sólo los que tuvieron acceso a los edificios que rodean al Zócalo y algunos reporteros pudieron llegar hasta el lugar de los hechos.
Para la gente común que acudimos a observar, sólo hubo la posibilidad de tomar fotos a distancia, cuando aún había sombras de la madrugada y con los participantes en pelotas moviéndose para todos lados.
Algo pudimos captar a distancia y aquí se los enviamos para Infocajeme.com, con las experiencias de algunos de los participantes que nos dijeron lo siguiente a condición de no publicar su nombre, sólo la edad:
Mujer 23 años:
El frío estaba cabrón pero cuando estábamos desnudos la cosa cambió. Nos acercábamos y se quitaba.
Hombre de 20 años:
Estuvo chingón, cero morbo. Había señoras como de setenta años. Una embarazada y después de un rato se te olvidaba que estabas encuerado.
Mujer de 34 años:
Hubo dos o tres que se querían pasar de vivos pero una mirada fuerte y se acababa. En general muy bien. Aquí es donde verdaderamante todos somos iguales.
Hombre de 27 años:
Sí hubo algunos albures. Pero eso mejoraba el ambiente. Por ejemplo: cuando Tunnnik nos puso en una posición de cuclillas, o mejor dicho como cochinitos, alguien por allí dijo: "Pásame la vaselina" y otro "Allí les va pancho cabrones", cositas así.
Hombre de 54 años:
No pos yo siempre ando encuerado en mi casa. Y vine aquí porque mis hijas me lo pidieron. Y bueno, de vez en cuando hay que complacerlas. Todo muy bien, me gustó porque aquí todos somos iguales. Una foto en donde nos pusieron a gatas y parecíamos cochinos.