Apuntes

La violencia se ha convertido en el común denominador hoy en día. Los medios de comunicación han venido informando de los asesinatos que se han dado, sin explicar claramente cuáles son los motivos.

Se habla entre la gente que son “ajustes de cuentas” del narcotráfico; los encargados de los medios de investigación no informan del rumbo que han tomado las investigaciones; y los políticos hacen alarde de la capacidad del Estado para corregir estas anomalías.

Sí señor, sí señor… el mutismo en que se encuentran sumidos y la comidilla del día entre la vox populi, siguen sin tener respuestas aumentando la incertidumbre de una sociedad que se juraba estar al margen de todo este tipo de situaciones, que más se presentaban en otros Estados. Qué ha sucedido. Es evidente que la forma de asesinatos están bien definidos; esos ajustes tienen nombre y apellido, pero entre nuestras fuerzas del orden nadie sabe, nadie supo, aún cuando ahora es a ellos a quienes más duro les han pegado.

La corrupción ha sido un fenómeno que se ha enquistado en la sociedad mexicana. El narcotráfico se ha encargado de ello; y curiosamente ellos solamente han hecho un trabajo sucio, en donde el dinero fácil ha pasado de bolsa en bolsa.

Si mal se recuerda uno de los grandes corruptos fue el gran “Negro” Durazo, con todo y honoris causa que le obsequiaron en sus días. Al paso del tiempo, los negocios fáciles corrompieron las estructuras del Estado y el Ejército.

Y cuando la brecha se abrió difícil será cerrarla, pese a que las posiciones de poder han cambiado en uno y otro bando.

Sonora se jacta de ser libre… pero la historia ha demostrado otra cosa; lo más curioso es que los agentes del orden tengan una gran escasez de armas, técnica y preparación para hacer frente a tipos con mejor armamento y sin nada que perder.

Y es que hablar de este problema se debe ser muy objetivo, pues no se puede medir a todos con la misma vara. Es evidente que también hay agentes con honradez y ética intachable, pero desgraciadamente habría que hacer un análisis más profundo.

De nada sirve hablar y hablar justificando a las fuerzas del orden. El problema está ahí. Si el Estado no puede con el paquete, entonces que se recurra a lo que alguna vez pasó en Sinaloa, con la denominada Operación Cóndor, que para nuestra mala suerte, ocasionó que hubiera un desplazamiento muy grande de gente de Sinaloa y Sonora, pero eso sí con gran beneplácito para el comercio local y la vida económica de la región.

No se puede combatir este problema con palabras. Resulta irrisorio observar a nuestros políticos actuar como aquel jovencito que se reía anunciando la llegada del lobo, y entonces el pueblo salía a combatir a ese animal de rapiña, pero al final todo era mentira; sin embargo, cuando realmente se presentó el lobo, ya nadie le creyó.

Fuera palabras y más acciones. Todos se conocen en el medio, ¿para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo. El problema ahí está. Es hora de mostrar mayor efectividad y no dejar que el pueblo se ría, cuando el presunto asesino de hace unos días, se declaró inocente ante el juez que “atiende” su caso.

Hace unos días platicaban unos jovencitos en mi barrio acerca de si los valores debían adaptarse a la vida actual, o debían ser los mismos de siempre.

Después de mucho comentarlo, con mucha enjundia por ciento, concluyeron que los valores deben fortalecerse en el núcleo familiar, para de ahí tener un efecto multiplicador en la sociedad mexicana, ¿será mucho pedir?