Se reduce la influencia sindical

Sólo el 18% de los trabajadores en México están afiliados a algún sindicato, afirmó Arturo Alcalde Justiniani, asesor jurídico en materia laboral.

Si de una población económicamente activa de 42 millones el 45 por ciento tiene empleo estable, estamos hablando de que menos de 20 millones cuenta con empleo formal, de esa cifra están sindicalizados cerca del 18 por ciento, es decir, entre 4 y 5 millones de personas.

Aunque reconoció que en ese número, hay muchos sindicatos falsos porque en México opera el sindicalismo de protección, que firma contratos colectivos que los trabajadores ni siquiera conocen.

En eso México ha sido campeón mundial, de ahí que debe haber una campaña nacional para acabar con esto, añadió.

Invitado por el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión (STIRT), el también académico dijo que los sindicatos deben participar más en las políticas públicas del gobierno con el fin de influir en leyes que fortalezcan a la clase trabajadora, en lugar de debilitarla, como sucede actualmente en México, con la complacencia de las autoridades.

Alcalde Justiniani informó que tanto el sector público como privado debe respetar la autonomía sindical. En México el patrón en general escoge al sindicato de su preferencia y eso sucede mucho en la mediana y pequeña industria.

El tema de la transparencia, dijo, es otro de los expedientes claves en la rendición de cuentas de los dineros, de las decisiones. Que el trabajador pueda en el momento que desee acceder a la información que exista en los registros de las autoridades del trabajo; que pueda conocer los informes financieros y las actas, por ejemplo.

Hoy, lo común es estar abaratando y precarizando el valor del trabajo; curiosamente le copiamos a otros países muchas costumbres, pero nada más en lo que les conviene a los patrones y no a los trabajadores.

“Las fuentes de trabajo se están creando para muy poca gente, el empleo es temporal, sin prestaciones sociales y mal pagado, entonces hay que mejorar los salarios y superar un conjunto de criterios atrasados de patrones que consideran que solamente con salarios bajos se puede mejorar la economía”, apuntó.

Consideró indispensable terminar con los mecanismos que laceran al sindicalismo mexicano, por ejemplo las prácticas del outsourcing, contratación por honorarios, el “free lanceo”, la triangulación y otras prácticas.

Informó que el laboral es un tema espinoso en México; es un asunto de alto contenido político, nadie lo quiere tratar, todo mundo le da la vuelta.