en Guadalajara
Premia a Fernando del Paso

Guadalajara.- El mexicano Fernando Del Paso afirmó hoy, tras serle concedido el Premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2007, que uno de sus mayores afanes ha sido transmitir en sus novelas "el sentido de la Historia", y rendir de ese modo tributo a épocas pretéritas y a sus protagonistas.

"Yo creo que a muy grandes rasgos toda novela es historia. En toda novela se puede aprender algo de la historia de una época", dijo el escritor en Guadalajara, donde sorprendió a todos siendo invitado a la ceremonia y departiendo con los presentes sobre su obra.

En anteriores ediciones un enlace telefónico con el ganador era lo habitual pero Del Paso, quien vive en la ciudad sede de la FIL, pospuso una operación prevista hace tiempo para asistir al anuncio del premio y comentarlo.

El autor nació en Ciudad de México el 1 de abril de 1935 y de niño soñó con dedicarse al humor gráfico, posibilidad que rechazó por falta de habilidad con el lápiz pero que retomó años después como una especie de liberación.

"El dibujar es una venganza de mi mano izquierda al acto de escribir", ha llegado a decir Del Paso en referencia a su actividad como artista plástico.

Trabajó para la BBC en Londres durante los catorce años que pasó en esa ciudad y ha llegado a decir que la literatura ha sido su "quehacer más organizado".

La obra de Del Paso destaca por la narrativa pero también se extiende a la poesía, el ensayo y el teatro.

"Escribir es todo un trauma, debo estar aislado, me pongo de mal humor y tomo mucho café antes de decidirme a hacerlo", ha llegado a decir este maestro mexicano de las letras, por muchos conocido gracias a "Noticias del Imperio", una novela histórica inspirada en las vidas de Maximiliano y Carlota.

Ambos llegaron a ser emperadores de México pero fueron víctimas de una época de tiempos políticos convulsos que condujeron al primero a la muerte en el paredón, y a la segunda, a la locura, misma que relata Del Paso en su novela.

El propio autor dijo que había tratado de construir "una novela antiimperialista", "de protesta", en la que "no se puede trazar una línea entre la ficción y la historia".

"Naturalmente quise hacer de ese libro una novela, no un libro de Historia", apuntó el autor mexicano, quien se dedicó durante veinte años a un trabajo que trató de que fuera "un ejercicio poético sobre el abuso del poder".

Admirador de la obra "El rayo que no cesa", de Miguel Hernández, su dedicación a las letras se afianzó cuando conoció a los mexicanos José de la Colina y al colombiano Antonio Montaño, que lo orientaron en sus primeras lecturas.

También han influido en él el estadounidense William Faulkner, el irlandés James Joyce, y también el mexicano Juan Rulfo, de quien hoy elogió especialmente "Pedro Páramo", una novela escrita con un lenguaje "muy especial", fácil pero que tiene "muchos misterios".

En la rueda de prensa de hoy recordó que "de todos los premiados" con el galardón que, anualmente se ha entregado en Guadalajara, los últimos diecisiete años él había sido el más cercano a Rulfo, y lamentó que la familia haya pedido que se le quitara el nombre al premio catorce años después de usarlo.

"Yo acepto este premio con el nombre original, con el nombre de Premio de Literatura Internacional 'Juan Rulfo'. Que se haya convocado con otro nombre no es mi asunto", indicó Del Paso, lo que le valió un aplauso de los presentes.

Agregó que el galardón "se ha ido convirtiendo con los años en un gran premio" y defendió el "enorme prestigio" que tiene por lo que él mismo se dijo partidario de mantener su denominación original "aplicando los usos y costumbres".

Otros galardones que ha recibido Del Paso en su dilatada carrera son el Premio Xavier Villaurrutia en 1996 por su primera novela, "José Trigo", que él mismo considera un trabajo "casi inaccesible" y "sumamente espesa", y el Rómulo Gallegos en 1982 por "Palinuro de México", su obra favorita, en la que aparecen escondidos algunos personajes de su infancia.