Desde la madrugada de ayer miércoles el huracán Henirette entró a territorio sonorense con la fuerza que acrecentó en las aguas del Golfo de California.
Después de haber pasado por Los Cabos se internó en el Golfo donde fue las condiciones naturales le dieron más fuerza hasta consolidar su categoría de huracán, y así entró a Sonora por Huatabampo en la mañana.
Los fuertes vientos sacudieron a los pueblos del Valle de Mayo, tumbando árboles, postes y carteles, escenas que se repitieron a lo largo de todos los pueblos asentados cerca de la costa en el Mayo y en el Valle del Yaqui.
El fenómeno empezó con una lluvia intermitente y los vientos empezaron a sentirse desde el principio aunque con poca intensidad.
Esto sirvió para prevenir a las autoridades y mucha gente que corrió a refugiarse en los albergues. También hubo quienes se negaron a abandonar sus humildes viviendas de cartón y lámina a pesar de los llamados de Protección Civil.
Los vientos y la lluvia fueron subiendo de intensidad a medida que pasaban las horas y a eso del mediodía en Ciudad Obregón ya se sentían las primeras ráfagas del viento huracando.
Alrededor de la una de la tarde Henriette ya golpeaba de lleno el Valle del Yaqui y Cd. Obregón con toda su fuerza, que fue incrementándose alrededor de las 3 de la tarde cuando el ojo del huracán pasó cerca de la ciudad.
Poco antes de esa hora y hastas las 4 y media de la tarde, aproximadamente, la lluvia fue torrencial y los vientos golpeaban con ráfagas de 188 kilómetros por horas.
El silbido del aire y el ruido que hacía al estrellarse contra casas y edificios dominaba el ambiente.
Se oían el estruendo de ramas de árboles que azotaban contra el suelo, láminas que caían y otros objetos que sacudían el viento.
Pese a ello en las colonias los chamacos salían a divertirse en las calles inundadas donde algunos incluso nadaban dándole rienda suelta a la alegría de estar en medio de este fenómeno de la naturaleza.
Así fue hasta las cinco de la tarde cuando los vientos menguaron hasta quedarse sólo en un moderado aire fresco; los aguaceros se fueron dispersando y sólo de fvez en cuando se precipitaban los remanentes del ciclón que ya había dejado el Valle del Yaqui para azotar Guaymas y más tarde la Costa de Hermosillo.
Bruno Cházaro, aspirante a presidencia del PAN Sonora.
