Mes de Informes y Acarreos

Septiembre, además de ser el Mes de la Patria, es el Mes de los Informes.

Alcaldes, diputados, senadores, gobernadores... todo aquél que se sienta con la "irrenunciable responsabilidad de informar al pueblo", lo hace puntualmente, con la parafernalia que implican estos actos políticos en México.

Promoción del personaje, de todo lo que hizo por nosotros este año, y agradecimiento puntual al Gobernador o al Presidente de la República, según sea el caso.

Y en el escenario del informe... pueblo, mucho pueblo, el mayor número posible de señoras con niños y hombres viejos, de rostro cansado, que toman lugar donde el líder o la edecán les indica. Aquél con gritos y ésta con amabilidad comercial.

Mucho se habló del cambio de formato del Informe Presidencial, y los partidos apoyaron la iniciativa para hacerlo más repúblicano y menos circo.

Pero esto no aplica para alcaldes, diputados, senadores...

El reciente informe del alcalde priista Francisco Villanueva fue una muestra más del folclorismo político, con propaganda vulgar que exageraba los logros inflando cifras, y por supuesto con mucho pueblo en el lugar del informe, el Teatro del Itson.

Pocos días después le toca su turno al senador panista Javier Castelo y el escenario es el mismo... Propaganda vulgar y acarreados como parte del escenario en el exterior e interior del mismo teatro.

Una banda de música para entretener a los dones, a las doñas y sus plebes. Un hecho es obvio: a esta gente lo que menos le interesa es que hizo el informante.

Mientras tanto, en el interior del auditorio y encaramdo en el atril, el informante pulcramente vestido cumple un sueño personal al escuchar el estruendo de los aplausos que le confirman su "grandeza", y que dentro de dos años puede aspirar a otro cargo de elección popular.

¿Quién puede decir que ha cambiado en algo la política mexicana cuando el PRI, el PAN, el PRD y líderes de toda calaña siguen aprovechando la pobreza y necesidades de los ciudadanos humildes para utilizarlos como acarreados?