Nobel a precursores del disco duro
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Martes 09 de Octubre de 2007
El francés Albert Fert y el alemán Peter Grunberg descubrieron independientemente la Magnetorresistencia Gigante o GMR, la cual se usa para leer la información de discos duros.
Berlín. La Real Academia Sueca de las Ciencias dio el Premio Nobel de Física al francés Albert Fert y al alemán Peter Grunberg “por el descubrimiento de la Magnetorresistencia Gigante”.
La institución explicó en un comunicado que el galardón de este año fue concedido por la tecnología que se usa para leer la información de discos duros. “La nanotecnología brinda cabezas lectoras sensibles para discos duros compactos”, anotó.
“Es gracias a esta tecnología que ha sido posible miniaturizar radicalmente discos duros en años recientes. Se necesitan cabezas lectoras sensibles para poder leer datos de los discos duros compactos usados en computadoras portátiles (laptops) y en algunos reproductores de música, por ejemplo”, señaló la Real Academia.
Refirió que en 1988, Albert Fert y Peter Grunberg descubrieron independientemente un efecto físico totalmente nuevo: la Magnetorresistencia Gigante, o GMR.
“Cambios magnéticos muy débiles dan origen a grandes diferencias en la resistencia eléctrica en un sistema GMR”, explicó.
Añadió que “un sistema de esta clase es la herramienta perfecta para leer información de discos duros cuando la información registrada magnéticamente tiene que ser convertida en corriente eléctrica”.
Pronto los investigadores e ingenieros comenzaron a trabajar para permitir el uso del efecto en las cabezas lectoras. En 1997, la primera cabeza lectora basada en el efecto GMR fue lanzada, y esto se convirtió rápidamente en la tecnología estándar.
Incluso las técnicas más recientes de lectura son desarrollos ulteriores de la GMR.
La Real Academia explicó que un disco duro almacena información, como música, en forma de áreas microscópicamente pequeñas magnetizadas en diferentes direcciones. La información es recuperada por una cabeza lectora que recorre el disco y registra los cambios magnéticos.
Cuanto más pequeño y compacto es el disco duro, tanto menores y más débiles son las áreas magnéticas individuales. Por tanto, se requieren cabezas lectoras más sensibles si la información está almacenada de forma más densa en un disco duro.
Una cabeza lectora basada en el efecto GMR puede convertir cambios magnéticos muy pequeños en diferencias en la resistencia eléctrica y, por tanto, en cambios en la corriente emitida por la cabeza lectora.
La corriente es la señal procedente de la cabeza de lectura y sus diferentes fuerzas representan unos y ceros.
El efecto GMR fue descubierto por los galardonados gracias a nuevas técnicas desarrolladas durante la década de 1970 para producir capas muy pequeñas de diferentes materiales.
“Para que la GMR funcione, se tienen que producir estructuras consistentes en capas que tienen un espesor de sólo unos pocos átomos. Por esta razón la GMR puede ser también considerada como una de las primeras aplicaciones reales del prometedor campo de la nanotecnología”, puntualizó la Real Academia.
Fert trabaja en la Université Paris-Sud y nació en 1938, y Grunberg labora en el Forschungszentrum Julich y nació en 1939.