Impune, contaminación visual
Sergio Anaya
Miércoles 23 de Enero de 2008
La bella calzada que lleva a Cócorit es una víctima más de los depredadores ambientales que actúan en Cajeme al amparo de la indiferencia oficial.
Un añejo tronco de esta calzada fue manchado con las horripilantes pinturas fosforescentes que se aplican para promocionar bailes populares.
Esta contaminación visual es común en edificios y bardas de la ciudad, sin que nadie haga algo para impedirlo.
Por eso los depredadores ahora han atacado esta expresión de la naturaleza y las autoridades... bien, gracias.