Aquel Mercado

Aún no tenía en su azotea el reloj que a fines de los cuarenta colocó allí el Club de Leones.

Así era el Mercado Municipal de Cajeme hace 65 años, cuando acudía gente de todas las clases sociales, señoras con sus bolsas de mandado, de ixtle por supuesto, y señores que pasaban las horas platicando en alguno de los cafés allí instalados.

El área de carnicerías, fruterías y abarrotes, en la nave central del inmueble, palpitaba diariamente con los gritos de los marchantes, las discusiones de puesto a puesto, la algarabia diaria de un mercado que hoy ha sido reducido a un conjunto de tiendas de ropa abigarradas en estrechos pasillos que resultan a veces intransitables.

Sí, queda el cascarón de lo que fue el Mercado Municipal, pero el ambiente que reinaba en otra época se fue, tal vez para siempre, desde que se transformó en Mercajeme.