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Aunque está en proceso una revisión del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) por los 13 millones de pesos perdidos en la bolsa, el Cabildo de Cajeme aprobó la Cuenta Pública Anual de 2008.
Marcelino Pérez Arenas, el único regidor que votó en contra, dijo que no es posible aprobar una cuenta pública sujeta al escrutinio.
“Es una total falta de vergüenza y de responsabilidad de parte de los regidores, incluidos mis compañeros del PAN y el PRD, porque no se pueden aprobar irregularidades como la que se investiga”, declaró.
Un desfalco del tamaño de los 13 millones de pesos no es cualquier cosa, estableció, por lo cual el haber mayoriteado demuestra que los regidores no entienden la inconformidad ciudadana por ese hecho.
Un comunicado oficial destacó que en atención a una recomendación de la Comisión de Hacienda, se estableció que para dar cumplimiento a los ordenamientos constitucionales y legales debe aprobarse la Cuenta Pública por el Cabildo.
“Pero ese dictamen también cita lo de la revisión del ISAF y aún así votaron a favor”, expuso.
El boletín municipal expuso también que se enviará la cuenta al Congreso del Estado para que se someta a revisión, fiscalización y aprobación, con la salvedad derivada de los resultados que se obtengan de la auditoría que realiza actualmente el Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización.
“El Cabildo recomienda que el Congreso continúe su revisión del asunto de Scotiabank”, planteó.
Ojalá, dijo, que los aspirantes a la presidencia municipal de Cajeme y de los 72 ayuntamientos sonorenses en general seleccionen buenos regidores que no sean marionetas ni comparsas del alcalde en turno.
“Lo peor de todo es que hay algunos que ni siquiera su planilla quieren dar a conocer, es decir, están comenzando mal”, sostuvo.
