Bogotá.- Los 'minuteros', un nuevo oficio cuya función podría equipararse al de una caseta telefónica pública, se observan por doquier en las transitadas calles y plazas de Bogotá y otras grandes ciudades de Colombia.
Portando vistosos chalecos y grandes letreros para ser identificados fácilmente por sus clientes, los 'minuteros' venden llamadas de teléfono celular en la vía pública, cobrando su servicio por minuto.
Su oficio viene a llenar una necesidad de comunicación ágil y barata en la calle, ante la rápida desaparición de los teléfonos públicos, que están siendo rebasados por las nuevas tecnologías de comunicación, como la del móvil o celular.
Rubiel Yasnob, un 'minutero' que desempeña su labor en la Plaza Bolívar, en el centro de Bogotá, explicó a Notimex que la falta de trabajo lo llevó a emplearse en este oficio.
Yasnob compró hace seis meses tres teléfonos celulares, cada uno de ellos afiliado a una de las tres grandes compañías de telefonía celular en Colombia, bajo los planes de llamada más extensos y baratos.
Luego se hizo un pequeño letrero, 'llamadas a celular', y aseguró cada uno de sus teléfonos con cadenas de hasta tres metros de largo que los atan a las presillas de su pantalón, de forma que sus clientes u otras personas no puedan llevarse el aparato.
Dotado con esa infraestructura, Yasnob vende frente a la Catedral en la Plaza Bolívar entre 250 y 300 minutos de telefonía celular por día.
El paga a las distintas compañías a las que están suscritos sus teléfonos, unos 100 pesos colombianos por minuto (alrededor de 4.5 centavos de dólar).
Yasnob cobra a sus clientes el doble por minuto, 200 pesos colombianos (nueve centavos de dólar).
La diferencia es su utilidad, por lo que en un buen día, su oficio de 'minutero' le puede dejar un ingreso de entre 25 y 30 dólares.
'Yo cobro la tarifa más baja, otros cobran más, pero lo que yo quiero es vender minutos', explicó.
Los 'minuteros' sobreviven, en forma paradójica, gracias a que el 91 por ciento de los colombianos poseen un teléfono celular, lo que hace de Colombia una de las naciones con mayor uso de esta tecnología.
El extenso uso del celular por parte de los colombianos, permite a los 'minuteros' subsistir, ya que su servicio es requerido por aquellos a los que se les han agotado el tiempo-aire en sus aparatos y requieren realizar una llamada.
El oficio sobrevive también debido a que en Colombia se puede llamar a casi todo el mundo, ya que en este país de 44 millones de habitantes, existen 40 millones de líneas telefónicas activas, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Industria y Comercio.
Natalia, otra de las 'minuteras' que labora en la Plaza Bolívar, explicó que sus clientes consumen un promedio de dos a tres minutos en cada llamada.
'Son cosas rápidas. No se entretienen mucho'. Sin embargo, dijo, de vez en vez, le toca algún cliente que llama a su novia a través de uno de sus teléfonos celulares.
'Las llamadas son entonces de 15 minutos o más'. Algunos 'minuteros' venden además tarjetas telefónicas o recargas de tiempo-aire para los teléfonos celulares.
Otros combinan su oficio con la venta de alimentos o de algún otro artículo.
Los primeros 'minuteros' comenzaron a aparecer en las calles de Bogotá, hace unos cuatro años y desde entonces el oficio se ha extendido a otras ciudades y se ha popularizado tanto que no existe prácticamente una calle o plaza concurrida en la que no estén presentes