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BENITO JUÁREZ.- Haber atraído la PGR la investigación del atentado a Ernesto Cornejo Valenzuela fue lo mejor porque la Procuraduría de Sonora tiene ocho meses sin esclarecer aún la muerte de directivos policiacos, dijo Felipe Mondragón Fragoso.
El presidente municipal de Benito Juárez indicó ayer que a todos los habitantes de esta comunidad les consterna este tipo de sucesos que no por aislados dejan de ser dolorosos.
“Se quedan tres niños de Saúl (Hernández Durazo) en la orfandad, con su madre sedada a causa del impacto de la tragedia, así como la esposa e hijos de Fernando (Otero Aguilera), mis amigos”, dijo.
El 8 de noviembre de 2008 por la tarde fueron asesinados el director de la Policía de Benito Juárez, Jesús Antonio Armenta Espinoza, y el comandante de Tránsito, Jesús Cota Sombra.
El atentado de este jueves enturbia el panorama político del municipio, consideró, pero de ninguna manera se puede hablar de que la seguridad se escapa de las manos de las autoridades.
Por el contrario, expuso, ya se pidió al presidente Felipe Calderón Hinojosa la intervención del Ejército o agentes federales para controlar problemas de narcomenudeo en zonas como Paredoncito.
“Los vecinos nos han pedido actuar contra la violencia y las drogas en ese pueblo pesquero y por ello se envió esta solicitud para evitar el daño a la juventud”, expuso.
Al mismo tiempo, dijo, se fomenta el deporte desde las escuelas primarias y se apoya a los grupos deportivos para que esta actividad permita reducir los niveles de adicción y violencia.
Se apoyará a las familias de las víctimas, informó, cuyos cuerpos serían entregados la tarde de ayer por la Procuraduría de Justicia del Estado.
Pidió a los deudos calma, fuerza y confiar en Dios pues si bien es difícil la resignación ante hechos tan lamentables, no debe surgir el odio sino más bien fuerzas para exigir a las autoridades justicia pronta y expedita.
