En estos meses de intensas campañas electorales se han escuchado en Sonora voces desesperadas que piden no politizar ciertos temas “espinosos”.
Esas voces vienen, por supuesto, del sector gubernamental que no quiere ser expuesto ante la crítica para evitar pérdida de credibilidad y dañar así a su partido y candidatos en competencia.
La más ridícula de esas peticiones es quizá la que pidió, desde el principio de las campañas, no politizar el problema de la inseguridad, del avance del crimen organizado en Sonora.
A esta petición se han sumado, hay que señalarlo, tanto el PRI como el PAN pues a ambos les compete la responsabilidad de la violencia y el narcotráfico que hoy afectan a todos los sonorenses. A los panistas a nivel federal y a los priístas a nivel estatal, pero en ambos casos estamos hablando de los partidos gobernantes que no han podido contrarrestar la creciente influencia del crimen organizado.
¿Cómo no hacer de éste un tema político si se trata de eso, un tema esencialmente político? Y vaya que esta definición es redundante pues no hay nada más político que la seguridad o inseguridad del estado y sus habitantes.
Sin embargo ambos responsables, priistas y panistas, sacaron el tema de las campañas políticas por el miedo que tienen a recibir tomatazos o insultos cada vez que lo saquen a relucir en sus discursos.
Desde el poder se quiere además que los temas a discutir en campaña sean las grandes obras del gobierno estatal y los logros del federal. Si usted revisa los discursos de los candidatos, aunque basta con escuchar su publicidad, se dará cuenta fácilmente que el tema de <b>la inseguridad –el tema más importante de la vida pública sonorense- no asoma ni por casualidad en el discurso de los candidatos oficiales.</b>
Ahora se ha añadido un tema tabú para las campañas: el trágico incendio de la guardería ABC.
Ante el dolor no sólo de los padres y familiares, sino también de la mayoría de los sonorenses, es obvio que nadie con un poco de sensatez y respeto podrá hacer una bandera política de esta tragedia.
Pero eso es muy diferente a lo que pretenden los voceros oficiales al pedir que nadie toque el tema en estos días de campaña política.
Un padre de uno de los niños fallecidos en el incendio ha pedido, él sí con derecho a hacerlo, que no se politice la tragedia. Sólo que él pide respeto a su dolor y solución a las demandas de todas las familias afectadas. Que nadie se aproveche de su dolor.
Pero el sesgo que le quieren dar los voceros oficiales es que nadie mencione el tema en estos días previos a las elecciones. Así nomás. Que sólo se hable de las visitas del gobernador a los hospitales.
Olvidan los voceros del PRI que el principal demandante de justicia y por lo tanto de decisiones políticas correctas es el pueblo sonorense, y en particular cada uno de los padres y familiares de los niños fallecidos.
Pero en su insana ambición de poder, en su pánico ante el descenso en las encuestas, los vividores de la política, grillos de cuello blanco, piden que nadie politice la política.