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Tanto dinero gastado en propaganda, tantas reproducciones del poster, del volante y el cartel... todo para que los vagos sin oficio ni beneficio vengan y destruyan o alteren los rostros y mensajes de los candidatos.
No se vale. Mucho han gastado los partidos y mucha es la fe que los candidatos tienen en sus estrategias publicitarias. Ya ve usted, con cuánta gasta un dineral en anuncios de radio y televisión para que el ingrato público cambie de canal o sintonía nomás aparece el rostro del candidato. Qué poca consideración con los señores y señoras que quieren sacrificarse por nosotros.
Hemos visto a malagradecidos que aceptan los generosos regalos de los partidos, incluyendo las camisetas de color ad hoc, y apenas se dan vuelta los dondadores para que los beneficiarios digan sin más ni más que no van a votar por el candidato propuesto.
Y en la calle vemos cómo se maltrata propaganda de todos los partidos y todos los candidatos y candidatas. Qué malagradecida es la gente.
