Todavía no terminaba de sentarse doña Josefina Tellechea de Gutiérrez cuando un fuerte crujido se escuchó y el camión al que recién se había subido era aplastado por un viejo álamo.
Como siempre, la señora de 75 años caminaba unos 200 metros a la vuelta de su casa para tomar el transporte que le traía a Ciudad Obregón, casi enfrente del Seguro Social.
Apenas llevaban unos metros avanzados cuando uno de los álamos de la calzada “Jorge Valdez Herrera” se vino abajo y aplastó a la unidad siete de la ruta Cócorit-Obregón.
En el lugar fallecieron, a eso de las 7:15 horas, doña Josefina y el chofer del camión, Octavio Álvarez Escalante, de 48 años y con domicilio en la colonia Benito Juárez de Obregón.
Aunque en el camión viajaban unas 15 personas, sólo cinco más resultaron lesionadas, pero es Gildardo Encinas Pérez, de 35 años, el más grave, pues presentó un traumatismo cráneo encefálico severo y contusión en parrilla costal derecho.
De acuerdo con reportes del Seguro Social, el pronóstico es reservado pues tiene además un edema cerebral severo, la cara destrozada ya que se le desprendió el tabique nasal y el ala izquierda de la nariz.
Desde septiembre advirtieron peligro
Mientras el Ayuntamiento lamentó el accidente y se solidarizó con los familiares de las dos personas fallecidas, el regidor Marcelino Pérez Arenas indicó que desde septiembre del 2008 solicitó eliminar los árboles secos.
Alejandro Olea Güereña, secretario del Ayuntamiento, indicó que expertos analizarán las causas del accidente y seguirá el programa permanente de mantenimiento y tala de árboles secos o enfermos que pudieran representar un peligro para la población.
Se trata, dijo, de un hecho fortuito pues el árbol visiblemente nunca presentó signos de enfermedad o sequía que hicieran sospechar del riesgo.
Pérez Arenas expresó que el 22 de septiembre del año pasado dirigió un escrito al secretario de Imagen Urbana, Gilberto Cornejo Clark, para eliminar los árboles secos ya que representan un peligro.
En septiembre del año pasado en la laguna del Náinari un árbol cayó sobre un automóvil también, expuso, razón por la cual hizo esta solicitud a las autoridades municipales.
“Este es un peligro latente y estamos a tiempo de evitarlo. Me dicen que ya le avisaron a la Comisaria y al director de Ecología, pero que él les comentó que debe pedir autorización a la Semarnat.
“Se me hace raro que a esa dependencia federal le preocupen árboles secos que ya no retoñan ni regándolos con agua bendita, pero, en fin, desconozco la normatividad”, planteó en esa ocasión Pérez Arenas.
Vecinos de Cócorit informaron que desde hace una semana se trabajaba en la eliminación de los brazos secos de los álamos e incluso el martes tuvieron que desviar la circulación vehicular por la calzada debido a la eliminación de tres árboles.
Lo raro de este accidente, de acuerdo con los vecinos, es que en el momento en que ocurrió no había siquiera vientos o lluvia que causan la caída del árbol.