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Sin drenaje pluvial, el bulevar Las Torresla avenida no soportó el caudal surgido de las dos lluvias fuertes que han azotado a la región.
Apenas el lunes de esta semana, la calle, inaugurada el 14 de mayo pasado, era objeto de reparación en el tramo ubicado frente al albergue Itom Kari.
Ahí se acumula el agua en cada lluvia, al igual que sucede en el tramo con la calle Mayo, donde debe abrirse la tapadera del drenaje sanitario para que el agua escurra más rápidamente.
La avenida Las Torres, con 5.8 kilómetros de vía, tiene 120 mil metros cuadrados de carpeta asfáltica, con tres carriles de circulación por sentido, alumbrado y guarniciones.
Ahí se invirtieron al menos 94 millones de pesos, que incluían el revestimiento de canales y ampliaciones de los embovedados existentes, según se explicó al ser inaugurada.
Pero la vía todavía no quedaba concluida cuando fue puesta en marcha.
“Creo más bien que la inauguraron porque eran tiempos electorales y querían que la gente viera obras”, dice Santiago Espinoza Rivera.
El chofer de un camión materialista precisa que las obras públicas deben ser más vigiladas, pero sobre todo que haya coordinación entre el gobierno del Estado y el Ayuntamiento.
“Si alguien sabe de los niveles y los terrenos de esa zona es la secretaría de Desarrollo Urbano del municipio”, indica.
Pero estas obras, considera, fueron hechas solamente con el criterio estatal.
Pero Adrián Espinoza Márquez, coordinador de proyectos del Ayuntamiento de Cajeme y enlace con el gobierno estatal para las obras del Plan Sonora Proyecta, asegura que no hubo falta de planeación en esta obra.
Ya se trabaja en la colocación de un dren pluvial en forma paralela a la vialidad.
“Lo que pasa es que nos ganaron las lluvias”, justifica.
Los trabajos que se realizarán permitirán sacar el agua de la lluvia de inmediato por la calle 100 hacia el dren de la calle 10 y de ahí al que a cielo abierto pasa por la colonia Beltrones, afirma.
También en el Parque Infantil se realizaron acciones para evitar que las inundaciones causen daño al zoológico o a los juegos recreativos, asegura.
Se levantaron los niveles en esas área y se construyeron desfogues para el agua de lluvias, indica, sólo que el agua debe esperar que salga el agua del dren paralelo a la laguna del Náinari para que la acumulada en el parque se vaya por ese mismo dren.
Desafortunadamente se encuentra en una zona baja, a donde escurren las aguas de toda el centro de la ciudad, precisa, pero como el parque tiene el mismo nivel de piso que la laguna, el problema persistirá.
