Hermosillo, Son.— El dirigente del PRI estatal, Roberto Ruibal Astiazarán, desestimó los resultados de la encuesta sobre preferencias electorales publicada el martes por EL UNIVERSAL, al señalar que fue “inducida”. En tanto, la candidata del PRD a la gubernatura, Petra Santos Ortiz, indicó que esos estudios nunca le favorecen, pero el resultado de los comicios son diferentes para ella.
Esta casa editorial difundió una encuesta levantada el pasado fin de semana, en la que el abanderado de Acción Nacional al gobierno de Sonora, Guillermo Padrés Elías, cuenta con cuatro puntos porcentuales de ventaja sobre Alfonso Elías Serrano, del PRI-Panal-Verde. Los números arrojan 49% para el panista, 45% para el tricolor y 4% para la abanderada perredista.
El próximo domingo, además del gobierno del estado, se celebrarán elecciones para renovar las 72 alcaldías y las 21 diputaciones locales, así como las siete federales.
Ruibal Astiazarán dijo en entrevista que los números de la encuesta de EL UNIVERSAL son muy diferentes a los que el PRI ha obtenido de otras casas encuestadoras. “Las encuestas son un instrumento, sólo eso. Si son bien hechas son instrumentos que te ayudan a tomar buenas decisiones, no si son inducidas, como yo presumo”, manifestó.
“Quisiera pensar que no es estrategia de presión del PAN nacional ni del gobierno federal. Creo que nosotros tenemos una ventaja importante”, mencionó.
Aseguró que otras casas encuestadoras como Parametría, Consulta Mitofsky y Datos y Cifras arrojan resultados favorables al candidato del PRI.
Petra Santos mencionó que las encuestas nunca le favorecen, pero el próximo 5 de julio dará la sorpresa. “En 2003, para la presidencia de San Luis Río Colorado no me daban ninguna oportunidad y resultó que gané, pero me hicieron trampa”, agregó.
Sobre el resultado de la encuesta, el candidato del PAN declinó comentar. Pero el dirigente estatal del partido, Enrique Reina Lizárraga, señaló que los números de EL UNIVERSAL coinciden con los que ha obtenido el blanquiazul.
Rechazó que el PAN se haya aprovechado de la tragedia de la guardería ABC, que ha dejado un saldo de 48 niños muertos, para repuntar electoralmente.