Dos eventos políticos hubo durante la tarde de ayer en Ciudad Obregón.
En el Centro Magno, ubicado en la calle Sinaloa, se reunieron los priistas para escuchar el informe de los abogados que encabezan la demanda legal para que el Tribunal Federal Electoral (Trife) acepte los recursos interpuestos por el PRI en Cajeme y anule las elecciones para presidente municipal.
En la sede local del PAN, por la calle Colima, Manolo Barro Borgaro se reunió con militantes de su partido para agradecerles el apoyo que le dieron durante la campaña electoral.
En el Centro Magno el punto de interés fueron las palabras de los asesores legales que repitieron los argumentos ya conocidos sobre presuntas irregularidades en las casillas electoral el 5 de julio, irregularidades que, aseguran, son suficientes para que el Trife anule la elección.
En la sede del PAN los panistas se abrazaban entre sí, como lo hicieron la noche del 5 de julio, y echaban porras a Barro a la vez que felicitaban a Eloísa Flores y Sara Martínez de Teresa, diputadas locales electas.
En la reunión de los priístas, los reporteros esperaron la llegada de Ernesto Vargas para preguntarle sobre la situación de la demanda ante el Trife, y el excandidato expresó una vez más su convencimiento de que es víctima de un fraude y la seguridad de que el Tribunal anulará los resultados del 5 de julio y él será el ganador en las nuevas elecciones.
En la calle Colima, antes de entrar a la sede de su partido, Manolo Barro tuvo que repetir que aún no ha integrado su equipo de gobierno y, ante la insistencia de los reporteros, prometió que en cuanto decida quiénes serán sus funcionarios él se lo comunicará a la prensa.
En el Centro Magno los priístas escucharon atentos las promesas de los abogados que llevan el caso ante el Trife. Hubo pocas porras y mucha seriedad.
En la sede del PAN todo era risas y aclamaciones a sus candidatos ganadores.