Aunque México invierte grandes cantidades de dinero para sostener la infraestructura de la Comisión de Derechos Humanos, la población poco conoce de ellos y por ende no los exige.
Sonora no es un caso ajeno a esta situación, aseguró Armando Hernández Cruz, investigador y postulante a presidente de la Comisión de Derechos Humanos en el Distrito Federal.
Durante su visita a esta ciudad, señaló que el egoísmo y la intolerancia de la población son los factores fundamentales para que los Derechos Humanos no se exijan.
“En Sonora como en todo el país tenemos un problema muy grave de que no se respetan y no se conocen los Derechos Humanos, por eso la gente no los exige”, aseveró.
El problema, dijo, radica en el diseño institucional del tema, al existir en el país y sus entidades una gran cantidad de leyes, tratados y reglamentos donde se encuentran dispersos los derechos humanos.
“Todos los días por desconocimiento se desperdicia la oportunidad de hacer vaálidos nuestros derechos, la gente no sabe que existen, incluso los abogados del país los desconocen”, manifestó.
Los derechos colectivos en materia de educación, salud, medio ambiente, agregó, se encuentran plasmados en la constitución pero sin ser aplicados en la cotidianidad del mexicano.
Los Derechos Humanos, explicó, ayudan a que se mejoren las condiciones de vida, pero cuando no se exigen la sociedad se estanca en el subdesarrollo.
La única manera de mejorar las condiciones de vida en el país, aseveró, es impulsar la cultura de los derechos humanos en México como motor para el cambio.