Con incrementos superiores a 35% en sus costos de operación, el transporte urbano sí necesita de los subsidios estatales o el incremento de la tarifa, dijo Armando Contreras García.
El presidente del sistema de transporte urbano SUBA destacó que ellos no piensan en la parálisis del servicio a la población en caso de no autorizar el Congreso del Estado una tarifa nueva.
A los diputados actuales les quedan sólo dos sesiones de trabajo y quizá en ese lapso se pueda conocer el dictamen de la Secretaría de Infraestructura Urbana y Ecología para saber si procede o no un aumento de las tarifas, dijo.
De cualquier modo, señaló, los seis o siete pesos solicitados son menores al costo del boleto en ciudades como Mexicali, con nueve pesos, o Monterrey, ocho.
“La tarifa que estamos solicitando es para sostenernos no para hacernos rico”, expresó, “y si no se autoriza haremos lo posible por mantener bien el servicio”.
Y es que, aseguró, los combustibles, las refacciones, las llantas y otros servicios se han incrementado y los camiones nuevos son 40% más caras que los primeros adquiridos.
Sólo para Cajeme se recibieron 60 millones de pesos como subsidio estatal, el cual vence este mes.