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Aunque para la Procuraduría de Justicia de Sonora el hallazgo de osamentas en una casa en construcción en Cócorit, podría ser caso cerrado, para muchos vecinos no es así.
De acuerdo con los testimonios de quienes presenciaron las acciones de la Policía Estatal Investigadora en el lugar, en calles Mariano Escobedo e Independencia, en cuanto oyeron que podría haber estado ahí un panteón, “cerraron el caso”.
Pero los vecinos afirmaron que en ese lugar nunca hubo un panteón sino que los anteriores al actual estuvieron, uno donde está la plaza y otro donde se encontraba el casino social.
Y es que esos camposantos corresponden a los sitios donde los yaquis tenían sus iglesias, manifestaron, pues siempre en el atrio colocaban a sus muertos.
El actual panteón, a las afueras del poblado y en completo descuido, data de 1890 aproximadamente, dijeron vecinos consultados.
Por lo tanto, afirmaron, la Policía sí debe investigar a quién o quiénes correspondían los huesos encontrados en días pasados.
A decir de los albañiles, los huesos encontrados al excavar en lo que al parecer será un restaurante, se veían muy viejos e incluso cuando los tocaban se desbarataban.
Pero los trabajos de albañilería han seguido y ya no han encontrado más osamentas, indicaron, pero no tienen miedo a seguir con sus labores.
“Si hubiera sido un panteón ya hubieran hallado más huesos”, enfatizaron los vecinos.
Para el historiador de la comisaría de Cócorit, Humberto Ramírez Alonso, no es una novedad encontrar osamentas en las casas antiguas.
Durante la reconstrucción de algunas de ellas se han encontrado huesos viejos de personas que eran asesinadas y ahí mismo enterradas, afirmó.
Es más, en algunas casas fueron encontrados túneles, tres al menos, que conectaban con la iglesia y que al parecer fueron construidos durante la época en que vivieron los chinos en esa zona.
