La obesidad es una de las principales causas por las que las personas no pueden establecer sanas relaciones de pareja, inclusive muchas veces deriva en el divorcio, afirmó el doctor Enrique Camarena Robles.
El jefe del Departamento de Calidad del Hospital Psiquiátrico “Dr. Héctor Tovar Acosta” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en México entre 30% y 47% de las personas con obesidad extrema enfrentan el rechazo permanente de algunos sectores de la sociedad, aunque aclaró que las mujeres son aún las más cuestionadas por su sobrepeso.
Este rechazo de pareja, aunado a otros como el laboral, provoca frecuentemente sentimientos de tristeza, frustración, enojo, baja autoestima, minusvalía y desesperación y, en casos extremos, depresión, precisó.
De acuerdo con un estudio recientemente elaborado por el Instituto Karolinska, de Suecia, se determinó que hasta el 47% de las personas con obesidad tiene dificultades para establecer una sana relación de pareja.
Y es que esas personas son víctimas frecuentes de abandono y rechazo, sobre todo en lo que se refiere a la actividad sexual, además de que esta condición puede llegar a convertirse en causal de divorcio, sostuvo.
En México, precisó, esta situación se puede extrapolar en las personas que padecen obesidad extrema, especialmente en las mujeres, de quienes se espera sean esbeltas, curvilíneas y además se les exige mayor belleza corporal.
“Es más fácil que un hombre obeso se case, a que una mujer con esta condición logre tener una pareja. Esa es una realidad”, dijo.
La obesidad extrema o mórbida es aquella que se caracteriza por tener 45 kilogramos o más sobre su peso corporal ideal, explicó, o sobrepeso mayor de 50% en relación a su talla y estatura, lo cual significa un serio problema de salud.
El individuo, por alguna razón, no puede controlar ese deseo imperativo de comer, lo cual está estrechamente ligado con el deficiente manejo de ansiedad, depresión, hábitos mal aprendidos dentro de la familia y estilos de vida.
El manejo del paciente obeso debe ser integral y progresivo, para lo cual se requiere de la intervención de dietistas, nutriólogos, endocrinólogos y psiquiatras, sostuvo.
Cuando las personas ven su estética personal comprometida, afirmó, aunada a enfermedades como diabetes, hipertensión arterial y riesgo de infarto, sufren problemas de autoestima a diario.
Afirmó que es común que en nuestro país el exceso de peso se trate de combatir más por la cuestión estética que por salud y se busquen dietas y “soluciones mágicas”, que distan mucho de serlo.
La ingesta de anfetaminas y hormona tiroidea quitan el hambre de forma artificial, lo que conlleva a baja de peso, pero al dejar de tomarlas, llega a ser mayor la recuperación de los kilos perdidos, el llamado efecto de “rebote”, manifestó.