Por respeto a la familia de Norman E. Borlaug, los productores del Valle del Yaqui se esperarán para hacer un homenaje al científico fallecido el pasado sábado.
Al considerar que si bien la pérdida del Padre de la Revolución Verde es lamentable, Antonio Gándara Astiazarán manifestó que es oportunidad para mostrarlo como ejemplo a las nuevas generaciones.
El presidente del Patronato de Investigación y Experimentación Agrícola de Sonora (Pieaes) aseguró que el homenaje a Borlaug deberá ser tan grande como él lo fue.
Fue un hombre extraordinario, congruente entre su decir y actuar, pues vivió siempre para servir a los demás y eso lo deben copiar quienes están al frente de organismos de servicio público, dijo.
Habrá que esperar a su familia para realizar el homenaje, indicó, y conocer también si dejó alguna instrucción acerca de lo que siempre consideró su casa, el Valle del Yaqui.
Para Lope Montoya Coronado, director del Campo Experimental del Valle del Yaqui, un detalle que siempre recordarán los investigadores agrícolas es que el Premio Nóbel de la Paz fue siempre una persona sencilla.
Lo mismo hablaba en forma humilde con los grandes científicos como con el regador de un campo agrícola, estableció.
Y un aspecto muy importante, dijo, es que siempre reconoció la labor de equipo en la investigación agrícola, pues resaltaba la labor de sus colaboradores y la aportación de los productores.