La solicitud de una nueva tarifa al transporte urbano es resultado de la mala administración que tiene el SUBA en la entidad, aseguran exconcesionarios locales.
Bernardo Beltrán y Francisco Ríos, con más de 20 años en la actividad, coincidieron que antes de entrar en vigor la modernización del sistema urbano se tenían ingresos para sustentar el servicio.
La gran falla radicó en la falta de créditos blandos que les permitieran a los concesionarios adquirir unidades nuevas para renovar el parque vehicular, mencionaron.
“El transporte es redituable, da para cubrir los gastos que implica el servicio pero se tiene una mala administración”, coincidieron
Es urgente, dijeron, la aplicación de una auditoria que venga a transparentar las ganancias, pagos a socios y deuda adquirida por la compra de unidades.
Es poco creíble que luego de disminuir en un 50% el número de unidades en servicio no se tenga ahorros significativos en el rubro de mantenimiento y costos del servicio, menciono Bernardo Beltrán.
“Se paso de 400 a 200 unidades y aun así siguen señalando que no es redituable la actividad, dicen que se necesita subsidio o nueva tarifa”.
Los concesionarios, reiteraron, no han sido escuchados por las autoridades quienes impusieron un sistema de transporte sin tomarlos en cuenta.