Las lluvias de principios de octubre y el crecimiento de la maleza han favorecido la reproducción de una plaga de mosquitos que invade la ciudad.
Aunque los mosquitos están aquí prácticamente todo el año, su cantidad hoy es muchas veces mayor que en días normales y no hay espacio donde no aparezca un mosquito, ni gente que no paezca la molestia de sus picadas.
El temor latente es la posibilidad de que algunos mosquitos sean portadores de dengue, enfermedad endémica en esta región.
Las autoridades aún no han iniciado una campaña de fumigación intensiva, pero se espera que esta semana empiece el recorrido de las unidades fumigadoras, campaña que podría incluir avionetas a baja altura sobre la ciudad.