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Durante los próximos 10 años, los clientes preferentes de la Financiera Rural no necesitarán más que acudir a la oficina y tendrán de inmediato sus créditos.
Pero llegar a ese nivel de confianza entre la institución y sus acreditados no ha sido fácil, asegura Miguel Encinas Paco.
El agente estatal de la Financiera Rural sostiene que desde el arranque de operaciones, en 2003, se han ido tejiendo lazos con productores que siempre cumplen con el pago de sus créditos.
A ellos, durante la próxima década se les dispensarán muchos trámites a la hora de renovar sus financiamientos, dice, porque ya han demostrado ser buenos pagadores.
Con esa medida se busca reducir los tiempos de acceso al crédito, esto es que les llegará de manera más oportuna y suficiente, pues se actualizarán conforme se renueven las Unidades de Inversión (UDI) con que se trabaja.
Los gastos por notarios, registros e inscripciones, entre otros que se realizan al contratar los créditos, se harán una sola vez por diez años, asegura.
De esa manera se habrá de apuntalar la lealtad de los productores, dice, sobre todo de aquellos que han hecho del buen pago de sus créditos una forma de vida.
A la fecha, recuerda, la Financiera Rural en Sonora lleva una colocación de mil 250 millones de pesos, el 65% del presupuesto anual.
A diario la institución otorga en promedio 25 millones de pesos diarios en Sonora para la siembra de trigo, maíz, frijol y cártamo, asegura.
