La colocación de boyas en cruceros peligrosos y en accesos a escuelas es una medida que se justifica sin ningún reparo.
Sin embargo a veces parece que son excesivas pues interrumpen la marcha de los automóviles y de tan grandes hacen que se estremezcan el chasis y la carrocería completa.
Eso no gusta a muchos automovilistas que se quejan por el exceso de boyas y, dicen, por su exagerada altura.