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Mientras las autoridades anunciaban una campaña de desarme a cambio de vales para alimentos, la violencia colocaba a Cajeme como el municipio con más muertes, 26, en menos de un mes.
Un hecho inédito en la historia de Cajeme. Jamás nuestro municipio había vivido perídodo tan violentos y con tantas muertes como éste que inició el 15 de octubre con la ejecución de 15 personas, entre ellas el líder agrario Margarito Montes Parra.
En esta masacre, casi todas las víctimas, eran personas sin relación alguna con los motivos que se mencionaron como posibles factores que desencadenaron la matanza. No serían las únicas víctimas inocentes en las ejecuciones registradas este año.
A los hechos ocurridos en el rancho “El Alamito”, el 30 de octubre, se sumaron otras cuatro ejecuciones.
Los cuerpos encontrados el 6 de noviembre se presume que podrían ser los jóvenes Othón Higuera Salas, Guillermo Meza Acuña, Juan Pablo Frías Moreno y Luis Angulo Amavizca, pero las pruebas de ADN aún no han sido entregadas.
La noche del 14 de noviembre fueron asesinados Gladis Cristal Arizmendiz Montes, de 22 años; Nayeli Quiroz Moroyoqui, de 15; Mario Alberto de la Paz Duarte, de 15, y Jesús Alberto López Orduño,
Tres días después, la tarde del martes, fueron encontrados los restos de quien se presume era Rodolfo Uriel Chávez Reyes, quien llevaba 14 días desaparecido.
Y por la noche, en la colonia Misión fueron ejecutados Ernesto Ramírez Salazar, de 42 años, con domicilio en calle San Miguel 1019, y Ulises David Galán Watanabe, de 35, que vivía en calle San Miguel 1017.
Los hechos ocurrieron poco después de las 11:30 horas cuando aparentemente estas dos personas “pisteaban” por fuera de de la vivienda de Galán Watanabe cuando desde un automóvil les dispararon.
A pesar de estar localizado el fraccionamiento a unos cuantos metros del edificio de Seguridad Pública, los sicarios tuvieron mucho tiempo para escapar.
