Utilizado como un argumento de campaña electoral, el proyecto para la construcción del Plan Hidráulico del Noroeste cobra vida después de más de treinta años de permanecer archivado.
Un grupo de civiles, afines al gobierno de Eduardo Bours y a su candidato Alfonso Elías Serrano, aceleran la promoción del Plhino a medida que se acercan las elecciones.
En un acto que no sorprendió a nadie, el candidato del PRI a la gubernatura se reúne con productores agrícolas y con los promotores del Plhino. Públicamente el candidato Elías Serrano se compromete a gestionar la construcción de la obra.
Poco después el grupo promotor del Plhino menosprecia las declaraciones del candidato del PAN, Guillermo Padrés Elías, a quien le restan autoridad para opinar sobre el tema. En el pecado llevan la penitencia.
El Plhino parece haber regresado a un archivo donde se guardan los proyectos irrealizables.