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El gran “atorón” de 1999 para pavimentar la avenida Michoacán en esta ciudad pasó el escollo del entubamiento de un canal de riego. Luego en el trienio de Ricardo Bours se terminó la obra y hoy los funcionarios municipales están enredados en una serie de irregularidades legales y de mala planeación urbana.
Ante más de 15 escritos dirigidos por el comité de vecinos de la colonia Libertad tanto al alcalde como a los principales servidores públicos, éstos no han dado ninguna respuesta a los moradores de la colonia que viven el desorden y la destrucción del caminador y el supuesto corredor verde de la calle 300 hasta la unidad deportiva Rodolfo Félix Valdez.
La única respuesta se las dio el secretario de Seguridad Pública, Víctor Landeros, quien les aseguró que “no se aprecia obstrucción de la zona propiamente para los caminantes en el andador” y que no hay problemas con la vigilancia.
Sin embargo patrullas de la Unidad de Reacción Táctica, Grupos Anti Pandillas y patrullas en general se suben al andador persiguiendo cholos.
Para Pedro Romero, coordinador del comité de vecinos de la colonia Libertad, “existe una gran insensibilidad política y gran ineptitud” pues no los han querido escuchar y menos recibir ante la insistencia de que la autoridad se aboque al problema de la destrucción del área verde y la invasión de comerciantes de autos usados que ilegalmente se han apostado en un área destinada al esparcimiento y donde está prohibido cualquier tipo de construcción.
El abandono que sufren los residentes de la colonia Libertad incluye el largo camellón en la avenida Las Torres, que no cuenta con retornos para la vialidad vehicular y con el que la vialidad de las calles de oriente a poniente son obstruidas; una plaza llena de maleza y descuido en el centro del asentamiento urbano y el terregal que se levanta de las calles erosionadas sin pavimentar.
No solo es la falta de atención de los servicios, si no la falta de aplicación de la ley y los reglamentos municipales ya que en vez de fomentar el área verde que desde el trienio de Ricardo Bours se dijo se iba a respetar, y la destrucción de centenas de árboles sembrados en el trienio de Félix Holguín, los funcionarios han permitido la ilegal construcción de casas, oficinas, talleres, lotes de autos usados, taquerías.
Cuentas hay que pedir al arquitecto Méndez y a María Luisa Coboj, funcionarios de Desarrollo Urbano, por permitir el atropello.
El mismo Distrito de Riego 041 del Río Yaqui advirtió que esa parte urbana es zona federal y corresponde como derecho de vía a la infraestructura hidráulica, sin embargo más de dos metros han sido invadidos por particulares al construir casas y oficinas y rentar el espectacular de la empresa Rivera Gas.
Incluso en la Calle Marcelino Dávalos y Río Aguanaval, encima de esa zona federal y área destinada a ser verde, se construyó una mansión, por lo que el comité de vecinos se dirigió a Manuel Barro quejándose de la siguiente manera: “Como es posible que se haya construido eso si está violando la ley, hasta dónde llegan los contubernios?”
Los vecinos de la colonia Libertad le solicitaron mediante carta firmada y sellada, una audiencia al presidente municipal el día 20 de octubre de 2009, solicitándole se lleve a cabo la localización, deslinde y posterior convenio con el gobierno federal para la administración y custodia de la franja que va paralela a la calle Michoacán para que por fin se le dé el uso para el cual ha sido destinada, desde la urbanización misma de nuestra colonia”.
Sin embargo, hasta hoy no ha habido ninguna respuesta al reclamo, solo indiferencia e incapacidad.
En febrero del 2008 los vecinos bloquearon las calles Michoacán y 300 hasta que los atendió el alcalde interino Roberto Zaragoza, por lo que sería penoso que ahora el gobierno de Manuel Barro los atendiera con una medida de presión, parece que así va a ser.
Ese bloqueo se debió a la prepotencia del vecino Raúl Briones Castro, quien puso un cerco de más de dos metros de alto desde la calle Río Guasave sobre la calle Soto La Marina o sea cuatro cuadras que reclamaba de su propiedad.
Otra grave irregularidad es que según el plano urbano debe existir la calle Río del Carmen, a lo largo de esa superficie destinada para esa calle de sur a norte, sin embargo, allí se han construido locales comerciales y casas.
Por eso es inexplicable cómo se siguen dando permisos y se pagan servicios, por lo que se sospecha de actos graves de corrupción.
