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El tiempo pasa y los trabajadores de correos siguen laborando a la intemperie, son ya siete meses sin respuesta.
Cobijados por las ramas de un guayabo los carteros inician sus jornadas a las cinco de la mañana sin importar que el termómetro marque 6 grados temperatura.
La correspondencia debe llegar a su destino sin interesar las dificultades por las cuales atraviesan los trabajadores, señaló Ana María Ibarra Montes.
La secretaria general del sindicato de carteros manifestó su impotencia ante la nula repuesta de la dirección general de Correos Mexicanos a la petición de reubicar a los trabajadores en oficinas dignas.
“Seguimos en los patios de la Federación Estatal de Sindicatos Trabajadores del Estado (FESTE), aun cuando desde el 5 de noviembre enviamos la solicitud al gerente postal en la entidad, Patricio Estévez Nenninger solicitando se atienda la situación”, manifestó.
Sin iluminación adecuada los carteros deben iniciar labores antes de amanecer, lo que ya ocasiona errores en la distribución de la correspondencia.
“Hay documentos que por la falta de luz no se alcanza a leerlos correctamente y se equivocan al momento de colocarlos en la ruta de reparto”.
Los problemas se dan especialmente en el área de correspondencia registrada, la cual de no entregarse en tiempo ocasiona sanciones a los trabajadores.
“No creo justo que se castigue a un trabajador ante las condiciones en las que se encuentran laborando, la institución no ofrece los elementos requeridos para realizar un trabajo adecuado, pero aun así ellos se esfuerzan”, señaló.
La última información obtenida, dijo, es que ya se contrataron oficinas sobre la calle Sinaloa entre Jesús García y Nicolás Bravo, pero se desconoce cuándo se dará la orden de trasladarse a ellas.
