Una reunión informativa sobre el programa hidráulico Sonora Integral del gobierno de Sonora provocó enfrentamientos verbales entre dirigentes del sector social y el privado.
Convocados por igual particulares y ejidatarios, la presentación del plan estuvo a cargo de Samuel Espinoza Guillén, de la oficina del gobernador.
Todo iba bien hasta que en medio de la explicación el dirigente del Centro Investigaciones Agrícolas del Noroeste (Cirno), Antonio Gándara Astiazarán, en tono enojado reclamó la intención de construir un acueducto entre El Novillo y Hermosillo.
“Nuestros abuelos se fregaron mucho para construir lo que hoy tenemos y tenemos miedo de que en el fondo lo que prevalezca sean los intereses de la compañía que va a construir el acueducto”, expuso.
Y no es que los yaquis carezcan de solidaridad, consideró, pues ya se entregaron 50 millones de metros cúbicos a la minera de Nacozari, que los repusieron con malos pozos.
Es bueno que el gobernador quiera que se hable con la verdad sobre este asunto, refirió, y por ello los cajemenses le dan valor a lo que creen y esto es que es más fácil tomar agua de la costa de Hermosillo a construir un acueducto.
La promoción, no
Otros productores como Enrique Miranda Ortiz, quien pidió detener la campaña promocional del programa, lo respaldaban hasta que, armada la “tracatera”, salió Alfonso Valenzuela Segura a defender el SI.
Su propuesta fue en el sentido que si bien no es bien visto darle agua a Hermosillo para que siga creciendo, debe consensuarse la propuesta.
“Yo plantearía que primero hay que cambiar la cultura de desperdicio de agua de los hermosillenses y, si quieren asegurar el abasto de agua doméstica a la capital, que ahora el desarrollo sea también para Obregón y Navojoa”, expuso el dirigente campesino ligado al Gobierno del Estado.
Otras voces se alzaron y el expositor ya no podía continuar, por lo que el profesor Miguel Ángel Castro Cosío, dirigente de la Ugocp, quiso poner orden, enojado.
En principio, pidió no politizar el tema porque todos los sonorenses tienen derecho a contar permanentemente con agua y este proyecto no debe servir para enfrentar a los poderosos, que se creen dueños del agua y la tierra, con los que no tienen nada.
Esto no debe ser una lucha de clases, insistió, sino una oportunidad de discutirlo y llegar a la mejor solución, pero deberían primero escuchar la propuesta y no interrumpir más al expositor.
“Si lo que quieren es escuchar la propuesta, vamos haciéndolo, pero si la idea es debatir, pues hagámoslo, estoy dispuesto a hacerlo con quien quiera, pero en el entendido de que el agua y el sol son de todos, de nadie en particular”, aseguró.
La presentación siguió y durante el periodo de preguntas y respuestas el tono de la discusión fue más calmado y al final Gándara Astiazarán y Castro Cosío se dieron la mano.