Angélica Beltrán / Agencia Maya
Con muy buenos propósitos regresan los senadores y diputados a continuar sus labores legislativas en el Congreso de la Unión, de acuerdo a lo que marcan en sus agendas de trabajo expuestas con lucimiento en las reuniones plenarias que sostuvieron en días pasados.
Buenos deseos de todas las fuerzas políticas, pues establecen prioridades coincidentes y tan apremiantes para México como impulsar, a través de modificaciones a las leyes, la generación de empleos, el fortalecimiento del campo y el combate a la corrupción y la inseguridad; entre otras.
En particular para lograr la creación de empleos, el PAN buscará fervientemente la reforma laboral. Apuntalará en ésta la rendición de cuentas de parte de los sindicatos.
Dicho sea de paso, la propuesta panista para reformar la Ley Federal del Trabajo ha sido muy criticada por el PRI y el PRD; ya que se presume que los albiazules están buscando borrar de tajo los derechos laborales consagrados en el artículo 123 constitucional; como es el derecho a la asociación gremial, la huelga y las prestaciones.
En este punto los priistas no los dejarán pasar. En tanto que los sindicatos son precisamente una fuente de riqueza y poder político que mantienen en su haber los tricolores.
La coincidencia de fondo entre PAN y PRI en la reforma laboral es que a ninguna de las dos fuerzas políticas les interesan los derechos de los trabajadores frente al sector patronal.
Pues cómo se puede explica que a pesar de estar vigente la Ley Federal del Trabajo -que defiende a la clase trabajadora-, funcionen al margen esquemas de contratación como los outsourcing, que representan en el México post-revolucionario la violación más flagrante a los derechos laborales que consagra la Constitución Mexicana.
Ya que este esquema trasnacional de contratación prohíbe la asociación gremial, y se diseña a modo para evitar otorgar liquidaciones, pensiones, jubilaciones, vacaciones y pago de horas extras a los empleados, entre otras violaciones que comete. Y es precisamente ese el modelo preeminente en nuestro país, con la venia del PRI y PAN.
En la Reforma Laboral al PAN le interesa legalizar los atropellos laborales, a través de una nueva ley federal del trabajo. Y al PRI, mantener su poder a través de los sindicatos. De tal modo que en esta confrontación se encontrarán ambas fuerzas en el Congreso.