|
Busca a tus amigos, son indispensables como el agua.
Por ahí dicen que a los familiares no los escogemos, nos son asignados por Dios; también dicen que a los amigos sí los podemos escoger, yo creo sinceramente que también los amigos nos son asignados por Dios, solamente que nosotros a ellos sí los podemos rechazar en un momento dado. Muchos ven a sus amigos como hermanos, más bien deberíamos ver a nuestros hermanos como amigos.
Entre los correos electrónicos que nos llegan prácticamente a diario, un buen número son dedicados a la amistad y su gran valor en nuestras vidas; desgraciadamente estos correos muchos los leemos y los borramos sin darles importancia. Yo en lo personal no reenvío correos electrónicos por muy bonitos que sean, eso sí, leo todos y los valoro, aunque algunos traen mensajes subliminales no muy deseables.
En lo personal, acabo de tener una experiencia de las que considero de las más importantes en mi vida. Después de casi 40 años de no haber tenido siquiera noticias de mis amigos del Grupo 105 de la Generación 1967 de la Facultada de Ingeniería de la UNAM, decidimos buscarnos y reencontrarnos. Fue una labor de alrededor de 6 meses de búsqueda y reencuentro por medios electrónicos (¡bendito internet cuando es usado sanamente!), labor que no fue ardua, más bien fue una agradable aventura que se las recomiendo a todos ustedes.
Lo que tenía que suceder sucedió…. Los días 26 y 27 de febrero nos reunimos en la Ciudad de México, centro inevitable de nuestro país, y lugar de ubicación de la UNAM, adonde estudiamos diferentes carreras de ingeniería. Fueron dos días memorables de encuentro, el 26 solamente los ex - compañeros de estudios y el 27 todos con nuestras esposas, algunas de las cuales ya se conocían, pues muchos de nosotros estuvimos en las bodas de otros.
No es este el espacio adecuado para describir los pormenores de nuestras reuniones, pero sí el lugar apropiado para invitarles a que busquen a sus amigos y revivan momentos ya idos, pero que se mantienen en nuestras vidas por siempre. Algunos que tuvimos diferencias hace 40 años, ya las habíamos olvidado y nos vimos como si nada hubiera sucedido.
Por lo anterior, creo que todos deberíamos tener un mandamiento personal, el de buscar a nuestros amigos.
Ya de regreso a nuestro querido Cajeme y a Sonora, después de una corta ausencia de solamente 9 días, veo con tristeza que muchos amigos de toda la vida (entre ellos), están al borde de la separación por un tema que más bien debería de ser un tema de unión: la distribución del agua para todos los habitantes de este vasto y hermoso Estado.
Siento con tristeza que se está gestando una separación que puede ser muy dolorosa para todos y que nadie saldría beneficiado si se llega a dar. La gente del Norte del Estado requiere de agua, la gente del Sur del Estado tiene poca agua; unos solicitan que se les ayude, otros se resisten a dejar ir tan preciado recurso.
Todos estamos conscientes de la problemática del agua a nivel mundial, y la estamos viviendo a nivel local. Recuerdo que desde hace 28 años, cuando tocábamos el tema del cuidado del agua muchos nos tiraban de a loco diciendo que ese recurso no se podía acabar nunca, y que no fuéramos tan extremistas al considerar lo contrario. Ahora la realidad nos hace tener que tomar medidas no deseadas, pero necesarias.
Tristemente me da la impresión que para muchos, el tema de la distribución del agua no es la disponibilidad o no de este recurso vital; más bien lo que tienen en mente (vuelve a ser mi impresión pues todavía no he aprendido a leer mentes) de manera prioritaria, es el dinero que se genera para quienes cuentan con agua, es decir su valor económico y no su valor como recurso estrictamente necesario para nuestra supervivencia. No me estoy poniendo apocalíptico, simplemente me gustaría llegar a escuchar argumentos mejor sustentados para decidir sobre la forma en que se debe re-distribuir el agua en nuestro Estado.
Siento que ambos bandos se están radicalizando y el tomar una posición radical nunca puede ser bueno en ninguna situación. Creo que no podemos hablar de Sonora SI ni de Sonora NO. Deberían (y no digo deberíamos pues la mayor parte de la población solamente somos espectadores prácticamente sin voz ni voto, limitados a comentarios de café) establecer una estrategia de comunicación más acorde con la importancia del tema, y no utilizar a los medios escritos, radiofónicos y televisivos (que cuestan dinero de todos) como lo están haciendo hasta el momento.
Señores, busquen a sus amigos, quizás algunos están, por el momento, en el bando contrario sobre el tema del agua; vuélvanse a ver como amigos y quizá podrían encontrar puntos de acuerdo para este asunto tan trascendente.
No es un asunto sexenal, es un asunto para toda la vida; no es un asunto que solamente deje un mal sabor de boca, es un asunto insípido como es el agua, pero de magna importancia para nuestro futuro; no es un asunto que genere un mal olor para todos, es un asunto inodoro como es el agua; no es un asunto de colores partidistas, es un asunto incoloro como lo es el agua.
Recordemos que a un amigo no se le niega ni se le quita el agua.
Jorge A. Lizárraga Rocha
