La desaparición de las casetas de cobro en Fundición y La Jaula parece estar cerca y se ha desatado una competencia sórdida entre priístas y panistas que reclaman el mérito de haber conquista esta demanda de la población en el sur de Sonora.
Un día anuncia Guillermo Padrés sus gestiones ante el gobierno federal para que desaparezcan las casetas, y al día siguiente diputados priístas ofrecen conferencia de prensa para arrebatar la bandera al Gobernador.
Pero unos y otros, panistas y priístas, hace apenas unos años sometieron a un duro hostigamiento político a Guadalupe Curiel, presidente municipal de Navojoa (2000 - 2003), por encabezar el primer movimiento popular en contra de las casetas.
"Me querían linchar", recuerda ahora Curiel. "Por órdenes del gobernador López Nogales los priístas estaban detrás de mí, buscando un pretexto para meterme a la cárcel".
"Un militar amigo mío me dijo entonces: Pélate, vete un tiempo de aquí porque éstos van con todo en tu contra".
Al paso de los años, aquellos que fustigaban a Curiel ahora se disputan el mérito de ser los "destructores de las casetas".