Por no estar de acuerdo con la presidencia interina de Francisco Castro Escárcega, dirigentes del transporte afiliados a Concatrapsa y el Suba tuvieron una enérgia discusión que llegó a los golpes, injurias y amenazas.
El problema inició cuando Castro en conferencia de prensa afirmó que él era el nuevo presidente del consejo directivo de Concatrapsa en sustitución de Javier Meza, asesinado a principios de este mes.
Esta posición, argumentó, se la otorga el reglamento interno de la prensa donde se establece que en caso de faltar el presidente, el cargo deberá ser ocupado por el secretario.
Y como nuevo presidente adelantó que los concesionarios locales no se sumarían al paro propuesto por sus colegas de Hermosillo.
Cuando Castro hacía esta declaración se presentó Armando Martínez, miembro del comité directivo, y advirtió que Castro no era reconocido como presidente pues antes debía confirmarlo la asamblea general de accionistas.
En la discusión intervino Renato González Cameros para afirmar que Citosa no se iría al paro.
Y levantó la voz para pedir a Castro que entregara toda la información que tiene sobre el triple asesinato ocurrido en Vícam a principios de este mes ya que, aseguró, es información decisiva para esclarecer estos asesinatos.
Enseguida la discusión se generalizó y propició enfrentamientos incluso entre los hermanos González Cameros.
Al calor de la discusión dos de los participantes se hicieron de golpes hasta que fueron detenidos por sus compañeros.
Entre insultos y amenazas se fue calmando la bronca hasta llegar a un acuerdo para que cada quien exponga sus razones en la asambles de socios que se realizará el próximo 24 de abril, donde se elegirá a un nuevo preidente del organismo.