A pesar del peligro que representa, una persona viaja en el ala de una avioneta fumigadora mientras aterriza en un campo localizado por la calle Norman Bourlaug, frente al Ciano.
Cuando bajó de su "vuelo terrestre", el hombre fue objeto de las bromas de sus compañeros que le preguntaron si iba como reina del carnaval, lanzando besitos a diestra y siniestra.