Cambios de temperatura en cada ciclo y las variaciones durante el desarrollo vegetativo del trigo influyen en su rendimiento anual, afirmó Pedro Félix Valencia.
El investigador del Campo Experimental “Norman Borlaug” indicó que en los últimos seis años detectó una relación positiva entre la intensidad anual del periodo del frío con el rendimiento promedio comercial.
Su estudio determinó que existen diferencias anuales en la acumulación y diferencias en la distribución de las horas frío entre zonas de producción, refirió.
Estos estudios permiten informar al productor anticipadamente a la siembra y la cosecha del rendimiento medio esperado en cada ciclo, expuso, a fin de que tome decisiones oportunas en el manejo y venta de la cosecha.
Este año, con la presencia del fenómeno “El Niño” en el Pacífico, dijo, se espera que los rendimientos trigueros se vean favorecidos en relación al año pasado.
Antes de sembrar se estimaba que el trigo pudiera rendir 5.85 toneladas por hectárea, destacó, tanto en el Yaqui como en el Mayo.
Pero en base a las observaciones climatológicas, se estima que existe posibilidad de que el rendimiento llegue hasta las seis toneladas por hectárea, en un primer pronóstico, citó.
En otra proyección, con estudio de 325 horas frío acumuladas en el ciclo, se espera un rendimiento de 5.79 toneladas por hectárea, manifestó, con tendencia a un incremento para este mes, conforme se haya acumulado frío.