Cuando no les llueve, les llovizna a los cooperativistas pesqueros de la zona yori de Bahía de Lobos.
Y es que, para evitarse problemas con los yaquis de la región, durante los años 80 lograron abrirse un camino hacia el mar desde la playa La Esperanza.
Hoy que ya ese sitio genera ciertos ingresos, sobre todo en épocas como Semana Santa, grupos de personas como Luz Divina Bobadilla Astorga, se han apoderado de las playas.
En conjunto con el Ayuntamiento de San Ignacio Río Muerto, afirma Luis Alonso Ruiz Silva, esta persona formó una asociación civil con integrantes incluso de Puerto Peñasco.
Durante las pasadas vacaciones, ellos cobraron el ingreso pero en la playa no se ve progreso porque sólo buscan lucrar, mientras que el proyecto de los pescadores de hacerlo un atractivo turístico, lo han dejado a un lado.
Las sociedades cooperativas, que lucharon por abrir ese camino hacia la playa, han sido desplazadas pero la vía permanece intransitable porque no se sabe hacia dónde se destina el recurso obtenido de los vacacionistas de 50 pesos.
Los pescadores no desean el control de la playa porque si, aseguró, sino que el dinero se vaya hacia el mejoramiento de los servicios para hacer La Esperanza atractiva y no que al final de cada ciclo vacacional queden áreas sucias y malolientes.