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Aunque en principio se sintieron ofendidos porque Manuel Barro Borgaro los “insultó”, vecinos de diversas colonias acordaron negociar cómo regular sus viviendas.
Durante una manifestación frente al Palacio Municipal, los representantes de unas 700 familias que desde hace varios años invaden viviendas en colonias como Los Ángeles o Villa Bonita, pidieron la presencia del alcalde cajemense.
Cuando llegó, dijeron, les “echó el caballo encima” al decirles que sólo venían por un aguinaldo para su dirigente, Patricia Andalón Santos.
Ya frente a representantes de los medios de comunicación, el alcalde dijo que no los había insultado e incluso trató de quedar bien al preguntarles qué presidente municipal los había atendido antes, pero ellos le gritaron que si los ofendió con sus palabras.
“En diciembre solicité para estas personas despensas y cobijas, lo que en el centro del país de alguna forma se llama aguinaldo; pero no era para mi, eran artículos para ellos y ahora el presidente nos lo echa en cara”, dijo la lideresa.
Ya con más calma, el presidente municipal pidió que una comisión de vecinos subiera a su despacho para tratar de llegar a acuerdos.
La próxima semana se instalarán mesas de trabajo para negociar la situación de estas personas, algunas de las cuales están en cartera vencida o bien invadieron viviendas.
A muchos de ellos, indicaron, la Procuraduría General de Justicia del Estado los ha amenazado con desalojarlos de las casas, a pesar de que tienen mesas de negociación con instancias como el Fondo Nacional de Habitaciones Populares o el Consejo Nacional de Viviendas.
