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Un grupo de siete comerciantes establecidos en la banqueta de la calle Sinaloa y No Reeleccion, exterior de la sucursal Bancomer, acusaron a las autoridades municipales de prohibirles realizar esta actividad con la que mantienen a sus familias.
Encabezados por el militante priísta Reynaldo Castillo López, se plantaron en el exterior de la Sala de Cabildo y afirmaron que las autoridades de Inspección y Vigilancia les han dado un ultimátum para que suspendan su actividad como vendedores y abandonen el área.
Dulces, frituras y raspados son algunos de los artículos que desde hace tres años venden estas personas en la banqueta, además de discos compactos (CD) que dejarán de vender, dijeron, porque reconocen que se trata de "discos piratas".
Con pancartas donde criticaban al alcalde y al secretario del Ayuntamiento, los manifestantes denunciaban que las autoridades protegen a "la mafia de Manuel Montaño y a Pomposo", en referencia a dos líderes de vendedores ambulantes.
Castillo López aseguró incluso que los inspectores del Ayuntamiento cobras hasta 500 pesos a los comerciantes callejeros para dejarlos trabajar.
Durante la protesta, una mujer perteneciente al grupo de comerciantes debió ser atendida por paramédicos debido a que estuvo a punto de desvanecerse. Poco después se informó que la mujer, llamada Guadalupe Olivas Castro, padece epilepsis.
